Estados Unidos, que mantiene por el momento en el puesto de entrenador a Bob Bradley, espera esta nueva oportunidad de enfrentarse a Brasil como la "ideal" para vengarse de la derrota sufrida en la pasada final de la Copa Confederaciones (3-2).

Aunque Estados Unidos y Brasil no se enfrentaron en el pasado Mundial, del que quedaron eliminados en octavos y cuartos de final, respectivamente, llegan al partido para reivindicar su presencia y protagonismo dentro del fútbol internacional.