El once inglés llegó a Sudáfrica con la enorme presión de expectativas generadas tras su desempeño en la fase clasificatoria.

En las Copas Mundiales de Corea-Japón 2002 y Alemania 2006, el equipo británico no tuvo una faena loable pese a contar en sus filas con una gran generación de jugadores.

Ahora en Suráfrica bajo la tutela del italiano Fabio Capello intentará levantar la Copa FIFA.

Los norteamericanos pasan por un buen momento tras llegar a la final de la Copa de las Confederaciones del año pasado, en la que le propinaron a España su único revés en 26 partidos.